18 junio 2007

El paso del tiempo (tengo prisa, tengo prisa)

El día en que las agujas del reloj te obliguen a correr en una persecución extenuante, en una carrera loca que te hace sentir el tic tac cada vez más cerca, cuando el pasado sea como una gran tormenta de nubes negras que escupe sobre ti la lluvia de tu desdicha, cuando el presente sea un infierno de llamas que te impiden ver el futuro, y el futuro un sueño que te prohibieron los que creíste que te amaban, acércate al mundo de los gazapines traviesos que se burlan de los conejos angustiados, pasea conmigo por el arco iris de espantapájaros alegres que dan de comer a las aves, de hombres oxidados de latón que no sienten pudor en mostrar las huellas que el tiempo ha dejado en ellos, y juguemos a construir castillos sobre el contenido vertido de los relojes de arena que rompimos con la fuerza de nuestra risa.

10 junio 2007

FIN

Foto: sótano de La Taverne de l'Arbre Sec, un bar con buena música

Escribió la palabra “FIN”, y terminó el epílogo triste de su historia. Se despidió de las hadas y de los gnomos que le habían ayudado en tantas ocasiones. Las haditas no pudieron contener sus lágrimas, mientras que algunos gnomos se escondían detrás de los árboles para ocultar su llanto, orgullo de gnomito, porque, como sabéis, no les gusta que les vean llorar.

Después tiró su vieja máquina de escribir, tomando la firme decisión de no volver a contar más historias.

Desde entonces, vivió como un adulto, es decir: dejó de vivir, limitándose a existir en medio del absurdo mundo que odiaba, y del que un día, creyó que podría escapar, con Ella.

Hay un Bosque, muy lejos, donde nada ha cambiado, y donde nada cambiará jamás.